COMUNICADO COMISIÓN VIOLENCIA DE GÉNERO JJpD POR MOTIVO DEL 25N

Desde Juezas y Jueces para la Democracia, en el día internacional contra la violencia sobre la mujer, queremos recordar que la violencia sobre la mujer sigue siendo la violencia más generalizada. Desde Naciones Unidas se nos alerta que una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sufrido o sufrirá violencia de género, y esa cifra se eleva cuando se trata de países en conflictos armados. El riesgo de sufrir violencia sexual se acrecienta cuando las mujeres y niñas tienen que salir de su país, convirtiéndose sus cuerpos en un motín de guerra.

La violencia de género no es inocua; sino que produce un profundo daño físico y psicológico, a la mujer, a los niños y niñas que han convivido con ella, y al resto de la sociedad. Cuando se hiere a una mujer, la sociedad está perdiendo uno de los factores que la mantiene a flote. Perdemos a una madre, a una trabajadora, una cuidadora; lo que nos obliga a remplazar o reparar los efectos de su ausencia. Así no es extraño que, en el año 2021, el costo de la violencia de género a escala de la Unión Europea se estimó en unos 366.000 millones de euros anuales.

La violencia tiene un coste económico para la Sociedad, pero también un coste moral. Aquello que no se elimina, aquello que no se reduce, se perpetúa. Y esto es lo que nos sucede. Las cifras de violencia de género siguen siendo similares año tras año, reduciéndose únicamente las víctimas mortales de esta forma de violencia (38 en 2022). No obstante, la violencia de género comprende otras muchas formas de violencia.

Tanto Naciones Unidas como el Consejo de Europa, así en el Convenio sobre prevención y lucha contra la violencia sobre la mujer firmado en Estambul (ratificado por España en 2014); incluyen dentro de la violencia de género todos aquellos actos que puedan provocar en la mujer daños físicos, psicológicos, sexuales, o económicos; también la amenaza de producirlos, las coacciones o privaciones arbitrarias de libertad. Negar que todos estos actos son violencia de género, supone faltar a la verdad, que reflejan las cifras. En el año 2021 las víctimas de violencia de género en España fueron 30.141, frente a las 8.240 de violencia doméstica. No podemos dejar de recordar que el 99% de los agresores de violencia sexual siguen siendo hombres y las víctimas son mujeres, un 40% niños y niñas menores de edad. Cuando se pregunta a una mujer qué es lo que más teme que le suceda en la calle, responde que la violen; cuando se le pregunta a un hombre, responde que le maten o le roben.

La violencia sexual como forma de violencia de género es una realidad a la que le temen las mujeres, pero más le temen a la respuesta que van a recibir de la sociedad si lo denuncian.  Esto contribuye a explicar que únicamente denuncien un 11’1 % de las víctimas de violencia sexual. Debemos dejar de poner en foco sobre la víctima de la violencia para centrarnos en quien la ocasiona. Y, para este fin, resulta esencial que dejemos de presuponer que la esposa o compañera, por el hecho de serlo, o cualquier mujer por su mera condición; siempre está dispuesta a mantener relaciones sexuales. No le exijamos a la mujer que exprese su negativa, sino al hombre que se asegure de la decisión afirmativa de la mujer.

Negar la misma existencia de violencia de género no es más que una forma sutil de perpetuar su existencia. Por ello, debemos seguir insistiendo en el deber que tenemos todos y todas, desde la profesión y la posición en que nos encontramos cada uno/a de nosotros/as, de: educar en el respeto, fomentando la igualdad entre el hombre y la mujer, de denunciar o de perseguir cualquier acto de violencia sobre la mujer, y de proteger a las mujeres y niñas frente a cualquier forma de violencia.

24 de noviembre de 2023

Comisión de Violencia de Género de Juezas y Jueces para la Democracia