Hoy, Primero de Mayo, con motivo del Día Internacional del Trabajo, desde Juezas y Jueces para la Democracia queremos conmemorar este día, que nos recuerda una vez más que, indefectiblemente, uno de los pilares del Derecho del Trabajo y Social son los instrumentos de reivindicación que la clase trabajadora precisa para mantener y conquistar derechos, y que conforman un sistema de equilibrios.

 

Por ello, queremos celebrar este día, haciendo una valoración positiva de la derogación del artículo 315.3 del Código Penal y recordando que en materia de derechos fundamentales cualquier limitación debe ser una opción siempre a evitar.

 

Expresamos la necesidad, cada vez más urgente, de contar con una regulación laboral que contemple un marco de protección adecuada para las personas trabajadoras, sin dejar a nadie en situación de desamparo, recuperando derechos de negociación colectiva, reforzando la protección frente a despidos sin causa o contrarios a ley para cumplir con el mandato previsto en el artículo 35 de la Constitución Española.

 

En épocas de precariedad, como la que desgraciadamente vivimos, se ponen en entredicho los derechos conquistados, y pensamos que, en un contexto siempre cambiante, debemos defender un sistema jurídico de garantía de derechos.

 

Especialmente relevantes son nuestros mayores y el mantenimiento de sus derechos sustentados en el actual sistema de pensiones. Por ello, es prioritario arbitrar las medidas precisas para que su poder adquisitivo no se vea mermado sino incrementado.

 

Ciertos sectores que se sitúan relegados en el ordenamiento jurídico reclaman salvaguarda,  trabajadores migrantes y las trabajadoras del hogar, que con cierta frecuencia se ven privadas de protección por carecer de contrato de trabajo y de la correspondiente alta en la Seguridad Social. Ellas, tan importantes en la presente crisis, deben tener un marco jurídico que las proteja adecuadamente.

 

Agradecida y cariñosa referencia al personal sanitario, que con una formación envidiable se encuentra en muchas ocasiones con situación de alta precariedad laboral, con contratos y nombramientos temporales.

 

Afrontamos este Primero de Mayo de una época tan polarizada como la que vivimos, con el conocimiento y la serenidad de saber que los derechos de los y las trabajadoras redundan en beneficio de toda la sociedad, y con la consciencia de que no podemos dar nada por hecho y de que, parafraseando a Hanna Arendt,  “solo la salvación y no el derrumbe, dependen de la libertad del hombre y de su capacidad para cambiar el mundo y su curso natural”.

 

1 de mayo de 2021

 

JUEZAS Y JUECES PARA LA DEMOCRACIA