Las asociaciones firmantes quieren mostrar su preocupación ante la situación que están viviendo los habitantes de la Cañada Real, agravada por unas condiciones climatológicas extremas. Las consecuencias de un defectuoso acceso al suministro de energía eléctrica, cuando se trata de una población en situación de vulnerabilidad y exclusión social, convierte la emergencia en crisis humanitaria.
La situación de emergencia, ya prolongada durante varios meses, precisa de una respuesta institucional responsable y estable por parte de las autoridades competentes, que ponga en el centro la protección de las personas más vulnerables y su dignidad, especialmente de los niños y niñas que viven en las zonas afectadas.