El único intérprete sobre la inconstitucionalidad de una norma es el Tribunal Constitucional. La independencia judicial está preservada por el principio de legalidad al estar garantizada por el Estado y proclamada por la Constitución y nuestra legislación. El cumplimiento del principio de legalidad y de independencia judicial depende de que los jueces y juezas apliquen la ley de manera competente e imparcial. Somos independientes y en nuestras resoluciones se nos debe ver como tales. No solo somos independientes respecto de los dictados del poder ejecutivo sino de toda influencia de la que pueda tenderse a pensar que existe una falta de imparcialidad en la adopción de nuestras decisiones.

 

La independencia respecto del poder ejecutivo es tan básica para nosotros que sus decisiones o proyectos legislativos no nos perturban. No atendemos a las expresiones de la opinión parlamentaria ni resolvemos con el propósito de lograr aprobación parlamentaria o gubernamental, ni nos inmiscuimos en sus labores porque existe separación de poderes legalmente preservada que respetamos. Nuestra imparcialidad no se va a ver socavada por ningún poder del Estado, intenciones de proyectos de reformas legislativas ni por ningún partido político o asociación, sea profesional o de cualquier otro tipo. Nuestra independencia está garantizada constitucionalmente por encima de todo ello.

 

La aplicación de todos los derechos reconocidos en nuestras normas depende de la correcta administración de la justicia. JJpD está entregada a este propósito en cumplimiento de nuestro deber como Jueces y Juezas defensores del constitucionalismo y del principio de legalidad.

 

El mayor ejemplo de independencia judicial es no entrometerse en las labores del ejecutivo y respetar la separación de poderes. La independencia se demuestra tanto en hechos como en apariencia no inmiscuyéndose en el choque de las fuerzas políticas cuando se trata de decidir este tipo de asuntos.

 

JJpD como asociación profesional seguirá representando los intereses de la carrera judicial en todas aquellas cuestiones e instancias que afecten a la misma y defenderemos sin tregua nuestro más preciado valor: la independencia de todo y de todos salvo del principio de legalidad que es el que convierte a una sociedad en libre.

EL SECRETARIADO