El Pleno del Consejo General del Poder Judicial, en funciones desde hace casi dos años, ha efectuado en su reunión celebrada en el día de ayer, seis nombramientos para la provisión de puestos vacantes en el Tribunal Supremo. De los seis nombramientos, sólo uno corresponde a una Magistrada, María Luisa Segoviano Astaburuaga, que ha sido designada para la provisión de un puesto, la Presidencia de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, para el que las dos únicas candidatas eran mujeres. Se trata además de la primera vez en la historia del del Alto Tribunal, que una mujer accede a la Presidencia de una Sala.

Juezas y Jueces para la Democracia recuerda el incumplimiento reiterado por parte del Consejo General del Poder Judicial del mandato establecido en el II Plan de Igualdad de la Carrera Judicial, que dispone expresamente que el Órgano de Gobierno de los Jueces y las Juezas “establecerá medidas adecuadas de acción positiva hasta tanto no se cumpla la ratio de representatividad 60%-40% en los puestos judiciales y gubernativos de máxima responsabilidad en la Judicatura.” Es más que evidente que el Tribunal Supremo, con una escasa representación de mujeres, no refleja la realidad de la carrera judicial. Y con nombramientos como los efectuados por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial, se perpetúa la flagrante falta de representatividad de las mujeres en el Alto Tribunal.

Debe recordarse que Naciones Unidas advirtió de la anomalía democrática de la judicatura española en su informe de fecha 17 de junio de 2.015 del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra la mujeres en la legislación y en la práctica en España, recogiéndose en sus conclusiones como recomendaciones finales vinculantes para el Estado español: «Con respecto a la participación de la mujer en la vida política y pública el grupo de trabajo recomienda que el Estado aplique medidas especiales de carácter temporal para lograr un equilibrio de género en la administración pública, en particular en los niveles más altos de la Judicatura y en el Servicio Exterior”.

Juezas y Jueces para la Democracia denuncia, una vez más, la reiterada y sistemática discriminación por parte del Consejo General del Poder Judicial a las mujeres en el seno de la carrera judicial. Se trata de una nueva oportunidad perdida para dotar al Tribunal Supremo, de una vez por todas, de una mayor, más justa y necesaria presencia de Magistradas, que responda a los tiempos y a realidad en que vivimos, y que la sociedad reclama.

1 de octubre de 2020

EL SECRETARIADO