COMUNICADO CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Con ocasión del Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo de 2020, Juezas y Jueces
para la Democracia recuerda que la igualdad efectiva entre mujeres y hombres está aún muy
lejos de ser una realidad.
La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres,
proclamaba que “el principio de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres
informará, con carácter transversal, la actuación de todos los Poderes Públicos. Las
Administraciones Públicas lo integrarán, de forma activa, en la adopción y ejecución de sus
disposiciones normativas, en la definición y presupuestación de políticas públicas en todos
los ámbitos y en el desarrollo del conjunto de todas sus actividades”.
Han pasado casi trece años desde la entrada en vigor de la Ley 3/2007, y en estos años se
han dado pequeños grandes pasos en materia de igualdad, conseguidos con gran esfuerzo.
Pero queda un largo y duro camino que recorrer.
En lo que llevamos de año, catorce mujeres han sido asesinadas en España por crímenes
machistas. Esta fatídica cifra pone de manifiesto la insuficiencia de nuestras leyes, y de las
medidas de educación y prevención existentes. Es imprescindible avanzar con contundencia
en la protección integral de las víctimas.
La violencia machista es, sin embargo, la punta del iceberg de un problema estructural, cuya
solución exige, no sólo emprender modificaciones legislativas, sino un profundo cambio de
valores sociales.
La educación juega un papel esencial, siendo necesario poner el foco en formar en valores
esenciales como el respeto y la igualdad desde una edad muy temprana. Sólo así, podremos
derribar los estereotipos patriarcales que nos impiden avanzar hacia una sociedad
efectivamente igualitaria.
El mercado de trabajo evidencia que la desigualdad salarial, y la precariedad laboral se ceban
sobre las mujeres, y que el trabajo de cuidados, mayoritariamente femenino, continúa sin ser
reconocido como un bien social imprescindible.

Además, sigue siendo muy escasa la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad
de carácter político, social, laboral, económico o académico.

La Carrera Judicial no escapa de esta realidad discriminatoria. La presencia de mujeres en
puestos de nombramiento discrecional de la Carrera Judicial (Tribunal Supremo y órganos
de gobierno de Tribunales colegiados), es sólo de un 38,3%. Esta proporción se reduce aún
más si centramos el foco únicamente en el Tribunal Supremo, en el que actualmente sólo
hay un 20,8% de mujeres.

El esfuerzo por luchar contra la discriminación en el seno de la Carrera Judicial, se refleja en
la reciente aprobación por la Comisión de Igualdad del Consejo General del Poder Judicial
del II Plan de Igualdad de la Carrera Judicial, que establece planes de actuación concretos
para avanzar en la igualdad efectiva en los miembros de la Carrera Judicial, y pone el foco
en la persistente realidad discriminatoria que se da en el propio seno de la Carrera Judicial,
y en la necesidad de que Jueces y Juezas integren la perspectiva de género en la
interpretación y aplicación del Derecho. Una Justicia igualitaria es un instrumento esencial
para avanzar en la igualdad social.

Sin embargo, en el camino recorrido presenciamos con estupefacción cómo determinadas
corrientes ideológicas se oponen, con un argumentario injustificable, a los derechos
conquistados o por conquistar en materia de igualdad. Hoy, más que nunca, es necesario
permanecer alerta, para no dar ni un paso atrás.

En el Día Internacional de la Mujer, desde Juezas y Jueces para la Democracia hacemos un
llamamiento a la sociedad y a las instituciones para redoblar los esfuerzos en el necesario
camino a la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.

8 de marzo de 2020