1.- PLANTEAMIENTO.-

1.1. Han transcurrido más de dos años desde la puesta en marcha del actual modelo de Escuela Judicial (EJ), en ese tiempo una promoción de Jueces ya ha cumplido su periodo de formación y lleva varios meses en su destino; la segunda promoción (50º en el orden general) está a punto de terminar su periodo de prácticas en en julio de 1999 se les asignará destino. Pese a los dos años transcurridos puede afirmarse que la EJ se encuentra todavía en un periodo de transición o de ajuste del viejo modelo en el cual la EJ era un puro trámite muy reducido en su duración y con un mínimo nivel de exigencia, a un modelo todavía no alcanzado en el cual la Escuela es pieza fundamental en la selección y formación de los Jueces.

1.2. En esa situación de transición o ajuste Jueces para la Democracia ha de realizar dos pronunciamientos claros:

  • El modelo de EJ establecido en la LOPJ y en el reglamento de Escuela de 7 de junio de 1995 es el que responde a las exigencias de acceso a la Carrera Judicial y formación inicial que siempre ha defendido Jueces para la Democracia;
  • El hecho de que se haya ubicado la sede de la EJ en Barcelona es un acierto en todos los sentidos.

1.3. Partiendo de las anteriores puntos de partida debe considerarse:

1) Que gran parte de los problemas observados en el sistema de acceso a la carrera judicial se centran en la fase de oposición:

  • a) porque el actual sistema de oposiciones es excesivamente memorístico.
  • b) Porque existe una bolsa de opositores muy superior al número de plazas ofertadas (se habla de un cuerpo de opositores superior a las 6.000 personas frente a una oferta anual que a medio plazo no habrá de superar las cien plazas[1] lo que obliga a crear un número muy grande de tribunales examinadores que no actúan con los mismos criterios.
  • c) Porque las oposiciones se prolongan durante un lapso muy grande de tiempo (superior a los 6 meses).
  • d) Porque el programa de oposiciones y la sistemática de la mayoría de los preparadores es tributaria de un modelo de preparación y de temario que en su estructura es incluso anterior a la Constitución y a la LOPJ.
  • e) Porque fruto de todas estas disfunciones la edad media del alumno de la EJ se ha elevado considerablemente (de 25 años en la promoción de 1991 a los 27/28 años de la actual promoción).
  • f) La actual coyuntura en el CGPJ y las disfunciones observadas en el acceso a los terceros y cuartos turnos ha reducido sensiblemente el número de aprobados por estos cauces.

Con referencia a los sistemas de acceso a la Escuela Judicial Jueces para la Democracia considera necesario que el Consejo general del Poder Judicial se plantee la necesidad de poner en marcha un Instituto de Estudios Judiciales que, directamente vinculado a las universidades, sea capaz de regular de modo razonable y trasparente el sistema de preparación, abandonando el viejo sistema de preparador de mesa camilla y de temarios que no responden a criterios mínimos de calidad. En este sentido la propuesta de reforma debe pasar por implicar a las Universidades permitiendo que los sistemas de preparación y los propios preparadores, junto con otros profesionales del Derecho, puedan integrarse en enseñanzas Universitarias de tercer ciclo.

2) Consecuencia de los anteriores argumentos puede afirmarse que la persona que ha superado la oposición llega física y psíquicamente cansado y con muchas ganas de empezar a dictar sentencia.

3) El modelo actual de EJ rompe con esquemas asentados durante varias décadas circunstancia que está obligando a un periodo de transición que todavía no ha concluido:

  • a) De un curso a otro se han producido importantes variaciones en el profesorado y son previsibles cambios antes de la entrada de la 51ª promoción,
  • b) Los Órganos de dirección de la Escuela están pendientes de alguna variación,
  • c) No hay un diseño claro del sistema de evaluación.
  • d) El programa docente – que no termina de diseñarse -es objeto de modificaciones de una promoción a otra.

En este punto la propuesta de la Asociación se dirige:

1º) hacia al estabilidad del equipo directivo y del profesorado,

2º) A la elaboración de programas definitivos en todas las materias que se impartan en la Escuela,

4) Quienes pasaron por el viejo modelo de EJ en otras promociones no conocen en profundidad y, por lo tanto no apoyan suficientemente el actual modelo de Escuela.

5) Consecuencia de todas estas circunstancias la mayoría de los alumnos tanto de esta promoción como de la anterior ponían de manifiesto durante su estancia en la EJ cierto descontento con el sistema propuesto.

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