En los últimos tiempos la prensa se ha venido haciendo eco de diferentes problemas y deficiencias en relación al estado de edificios judiciales. La problemática no se da en supuestos aislados y la triste realidad es que se extiende a lo largo de las distintas Comunidades Autónomas.
Entre los ejemplos más sangrantes encontramos el de varios juzgados en la provincia de Sevilla, que presentan problemas de humedades, problemas de accesibilidad o problemas de espacio (Sanlúcar la Mayor, Marchena, Utrera…). También tuvo mucha repercusión el cierre parcial de los Juzgados de Sevilla por falta de aire acondicionado en verano, y existen otros edificios con carencias similares en Andalucía, como el Juzgado de Menores nº2 de Algeciras o los Juzgados de lo Penal de Sevilla.
También se ha conocido en las últimas semanas que el TSJ de Cataluña ordenó la paralización de la actividad en dos Juzgados de Martorell por la caída de parte del techo, además de que otros edificios judiciales como Mollet del Vallès o Rubí presentan un deficiente estado de conservación y de adecuación a la función judicial y otros como Sabadell tienen problemas de climatización en verano.
Ese problema de climatización se ha puesto también de manifiesto en las sedes de la Audiencia Provincial y del TSJ de Valladolid, donde también existen problemas de iluminación en algunos puntos de esos edificios.
Las graves carencias en el estado de conservación y de funcionalidad de edificios judiciales se producen también en lugares como Laredo, Luarca o Torrejón de Ardoz, donde además se produjo un incendio en los Juzgados sin que funcionaran las alarmas. También se produjeron incendios en los Juzgados de Ibiza y en los de lo Social de Madrid, donde además se produjo el fallecimiento de un compañero a causa de un infarto, meses antes del anterior suceso, sin que existieran desfibriladores en el edificio.
Ejemplos de incidencias en edificios judiciales se pueden observar también en Molina de Segura cuyo Juzgado nº 6 sufrió una inundación de aguas fecales o en Inca, cuyo archivo reúne unas condiciones de higiene deplorables.
Si bien debe remarcarse que en algunos supuestos la renovación de edificios judiciales no ha supuesto una solución, pues en lugares como Medio Cudeyo, el nuevo edificio judicial fue construido sobre un manantial con el consiguiente problema de humedades, que inutiliza parte del inmueble. Tales complicaciones se dan también en Gernika-Lumo, concretamente en el Juzgado de Guardia así como en los calabozos.
Por último, en algunos casos, como el de Vitoria-Gasteiz el problema se centra en la falta de mantenimiento de algunos elementos de un edificio en buen estado como son los ascensores.
Casos como los expresados anteriormente llevan a JJpD a denunciar la situación de numerosos edificios judiciales, fruto de la falta de implicación de aquellas Administraciones Públicas con competencia en la materia.
En este contexto es imprescindible recordar que el buen funcionamiento de la Administración de Justicia requiere de unos medios materiales adecuados. Los edificios judiciales deben adaptarse a las necesidades y a las especificidades de la función que desempeñamos, así como garantizar unas condiciones de trabajo óptimas para juezas, jueces y todo el personal de la Administración de Justicia. Del mismo modo, las sedes judiciales inadecuadas para el servicio, o con problemas de higiene, conservación o adecuado mantenimiento atenta contra la dignidad de los trabajadores y las trabajadoras y va en perjuicio de la calidad de la justicia. Incluso, el estado deplorable de algunas instalaciones pone en peligro la integridad física de aquellas personas que trabajan en ellas.
Por ello debemos reclamar a los poderes públicos con competencias en la materia que se renueven aquellas sedes judiciales obsoletas, que se realice un mantenimiento adecuado de aquellas que se encuentren en buen estado, y que se las dote de medios que garanticen la seguridad e higiene en el trabajo. En resumen, que las inversiones que se realicen en las instalaciones judiciales redunden en una mejora de la calidad del servicio y de las condiciones laborales de quienes desempeñan allí sus funciones.
EL SECRETARIADO