1. Jueces para la Democracia está a favor de la mayor transparencia posible de la Justicia. La publicidad del proceso no es solamente una garantía esencial, sino una conquista histórica que es necesario desarrollar y adaptar a las nuevas realidades sociales, a la sociedad de la comunicación y a la disponibilidad creciente de medios de acceso masivo a la información.

 

  1. Los medios informativos y los profesionales de la información realizan una decisiva contribución a la formación de una opinión pública más informada y más libre, más capaz por tanto de participar en democracia, y pueden colaborar muy eficazmente al conocimiento de las situaciones de injusticia, poniendo de manifiesto las insuficiencias del sistema democrático. En nuestro país y fuera de él pueden señalarse numerosos ejemplos de cómo la actuación, muchas veces arriesgada, de los periodistas, a través de la investigación y difusión de tales situaciones, ha permitido la actuación final de la Justicia, posibilitando a su vez que ésta sirviera de última garantía del Estado de Derecho, incluso cuando otras instituciones no habían querido o no habían sabido intervenir, y restableciendo así la confianza de la ciudadanía en sus instituciones democráticas. Los profesionales de la información y los medios pueden y deben así actuar a menudo como los más eficaces colaboradores de la Justicia.

 

  1. Los profesionales de la información no disponen en la actualidad de los medios ni de las facilidades necesarias para realizar aceptablemente su función ante los Tribunales. Se encuentran la mayoría de las veces con la incomprensión, cuando no con la oposición, de quienes precisamente deberían disponer los cauces informativos precisos. Jueces para la Democracia reclama la urgente atención de las demandas informativas de estos profesionales por parte de los órganos de gobierno del poder judicial, administraciones públicas competentes en medios materiales y personales de la Justicia y de los propios Tribunales.

 

  1. La libertad de expresión y de información comprende necesariamente la libertad de crítica de las resoluciones judiciales. Es más, la crítica de las resoluciones equivocadas o injustas y la información sobre cualquier irregularidad en que puedan incurrir los Tribunales son un deber profesional de los informadores. También ante la Justicia los intermediarios informativos pueden ser garantía final de conocimiento de esas situaciones por la opinión pública, tanto más libre cuanto mejor informada.

 

  1. Jueces para la Democracia observa con preocupación, sin embargo, que cada vez con más frecuencia determinadas decisiones judiciales, al margen de su corrección y rigor técnico, son objeto de una censura desmesurada y poco objetiva; que en asuntos pendientes de resolución se presenta de antemano una solución judicial como la única posible, según el canon político dominante; que se desprestigia o se calumnia a los jueces que no aplican ese mismo canon, y que, finalmente, se pide la intervención del fiscal o de los órganos disciplinarios contra ellos. La ideología progresista, la aplicación de las leyes en su sentido más favorable para los desposeídos, la identificación con valores constitucionales de igualdad o de protección a las minorías, el respeto a las garantías procesales, pasan a ser otros tantos reproches que se dirigen al Juez.

 

  1. El clima de pensamiento único, el proceso de involución política y cultural que en nuestro país y fuera de él se viene generalizando, o la existencia de presiones gubernamentales, factores que en muchos casos explican estas presiones, no excluye la responsabilidad de los medios y de quienes en ellos trabajan. Muy al contrario, si los jueces han de resistir las presiones para asegurar un juicio imparcial y justo, también los profesionales de la información deben contribuir a hacer posibles las condiciones para un adecuado enjuiciamiento de los asuntos. La prensa debe ser un guardián de la democracia, no un dedo inquisidor al servicio de los poderosos.