El magistrado Ignacio González Vega (Avilés, 1964), es el nuevo portavoz de Jueces para la Democracia (JpD), la organización que reúne a los jueces progresistas. Tiene un mandato de dos años y un papel complicado: ser la voz de una parte importante del sector en un momento en el que parece que la Justicia ha cobrado protagonismo, con procesos abiertos en los casos más sonados de la corrupción que ha asolado este país en los últimos años: Gürtel, Púnica, EREs, Blesa, Rato, el PP en B. En la entrevista, celebrada en un apartamento de la calle Almagro aún lleno de cajas, repasamos los asuntos enquistados, como la sempiterna reforma y modernización de la justicia, uno de los grandes déficits de los últimos 40 años. González Vega lo resume en dos palabras, dinero y medios. El problema es que ambas demandan voluntad política.

¿Tienen los programas electorales de los partidos un compromiso con la reforma de la justicia o se trata de una asignatura maría en medio del fragor de la campaña?

Nosotros podemos transmitir las ideas a los partidos; otra cosa es que los partidos las asuman después. Pueden dar más énfasis a una cosa o a la otra. Por experiencia sé que los partidos quieren escuchar más a los individuos que a las organizaciones. Lo mismo que hemos dicho al PSOE, se lo dijimos a IU y a Podemos; y si hubiéramos tenido la oportunidad se lo hubiéramos dicho al PP y a Ciudadanos. Todas las asociaciones judiciales somos conscientes de que lo importante es un pacto de Estado para la justicia, porque es la única manera de resolver los problemas.

¿Qué pilares debe tener ese pacto de Estado para que la justicia mejore en rapidez,  calidad, eficacia?

Debería contar con las asociaciones de jueces, fiscales, secretarios judiciales que ahora se denominan letrados de la administración de justicia; también con los funcionarios, los sindicatos y las asociaciones ciudadanas; tendrían que estar los partidos políticos, al menos los que tienen representación parlamentaria. Debería ser algo abierto donde se tengan en cuenta las opiniones de todos los que intervienen en este sector. La finalidad sería mejorar el servicio público de la justicia.

Llevamos casi 40 años de democracia con el mismo tema. 

Lo  único que hubo fue un pacto en el año 2002. Cuando todo está patas arriba uno no sabe por dónde empezar. Hay cosas esenciales: tiene que haber un compromiso de los partidos políticos para incrementar la partida presupuestaria. Eso es fundamental para que las cosas funcionen. El otro día, cuando discutíamos la revisión de los plazos de la instrucción, decíamos desde Jueces para la Democracia que estamos a favor de agilizar la justicia ¿Cómo vamos a estar en contra? La lentitud de la justicia perjudica a las víctimas, a las personas que están sentadas en el banquillo porque las estigmatiza, Estamos en contra de una ley que en su apartado final, como en todas las de este Gobierno, lleva la misma coletilla, “en ningún caso va a suponer un incremento de las  partidas presupuestarias”. Sabemos que sin dinero no se puede hacer nada.

Sin más dinero no hay más personal.

El dinero permite más personal, más y mejores medios materiales. Para afrontar cualquier reforma es necesario contar con dinero.

¿En qué siglo se ha quedado la famosa informatización de la justicia?

El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, cree que la ley lo ha conseguido por sí sola, pero no se puede hacer nada sin dinero. No se puede digitalizar e informatizar la justicia sin contar con los medios económicos suficientes. Por eso es necesario el compromiso de los partidos que formen el gobierno de incrementar los presupuestos de la justicia.

También habría que despolitizar la justicia. 

¿A que nos estamos refiriendo cuando hablamos de la politización de la justicia? Los jueces en España no pueden formar parte de sindicatos ni de partidos políticos. En Alemania pueden pertenecer a partidos y a sindicatos; en Francia existe el Sindicato de la Magistratura que es la asociación hermana de los Jueces para la Democracia. Yo estoy en un juzgado de lo Penal de Madrid; ¿está politizada la justicia cuando estoy juzgando un hurto?

La politización está en un Fiscal General del Estado nombrado por el gobierno y que depende del gobierno. Una fiscal, como el caso actual, que manda sobre todos los fiscales. Es un asunto importante.

Los fiscales son una parte del proceso. El papel fundamental lo tienen los jueces. ¿Está politizado el órgano de gobierno de los jueces? Hay que diferenciar la política de la política partidista. En el Consejo General del Poder Judicial se hace política judicial. Los jueces tienen ideología, somos ciudadanos; ¿podemos opinar? Un juez de lo mercantil puede criticar la política que han seguido los bancos en los préstamos y las cláusulas suelo? ¿Le invalida para presidir un juicio contra un banco?

Aparte del fiscal general, que es un problema que no afecta solo al PP, viene de mucho antes, está la casualidad de que los casos que más pueden perjudicar al partido que está en el gobierno caen siempre a jueces amigos

Porque se residencian en la Audiencia Nacional. Cuando hablamos de la politización de la justicia, hablamos del Consejo General del Poder Judicial. Que me digan qué se quiere, que me digan otras alternativas. La elección por los propios jueces es una alternativa que contempla la Constitución Española y que ha sido incluso avalada por Jueces para la Democracia.

¿Cómo funcionan en otros países, en el Reino Unido, por ejemplo? 

En Inglaterra hay un consejo judicial pero únicamente con funciones consultivas, desprovisto de competencias disciplinarias y de nombramientos para altos cargos judiciales. En la mayor parte de los países europeos la elección es corporativa; la mayor parte de los componentes son jueces.

Lo que no ha funcionado es que sean los partidos políticos con representación parlamentaria los que elijan el Consejo del Poder Judicial.

Efectivamente, y por cuotas, tal y como previno en su día el Tribunal Constitucional.

Y que votarán en función de quién les ha nombrado. ¿Dónde está la independencia?

La independencia judicial no es predicable de los vocales del Consejo, es la de los jueces cuando ejercen la jurisdicción. Cuando se habla de la independencia de la justicia se refieren al juez cuando está juzgando y ejecutando las resoluciones, no del vocal del Consejo.

Pero el Consejo del Poder Judicial tiene una influencia enorme. 

Sí, sí, claro. Pero los vocales del Consejo del Poder Judicial, que es el órgano de los jueces, no tienen por qué ser independientes; bueno, no son independientes. Hay una percepción general en la sociedad de que la justicia está politizada, en el peor sentido de la política, que está colonizada por los partidos políticos, pero también creo que es una percepción errónea porque el ciudadano medio no acude a la Audiencia Nacional, el ciudadano medio va al juzgado de Primera Instancia, de lo Penal, el de Instrucción.