Ante la propuesta de reforma del CGPJ que ha anunciado el ministro de justicia, Alberto Ruiz Gallardón, desde Jueces para la Democracia queremos expresar nuestra más absoluta disconformidad. Nos encontramos ante unos planteamientos que pretenden limitar las competencias, funciones y potestades del órgano de gobierno judicial, así como reducir la dedicación de sus vocales. Ello solo puede tener como consecuencia la pérdida de atribuciones de este órgano constitucional a favor del Ministerio de Justicia, lo cual tendrá previsibles repercusiones que pueden afectar a la independencia judicial. En última instancia, la aprobación de esta reforma debilitará la separación de poderes inherente a nuestro Estado de Derecho.

Desde Jueces para la Democracia hemos de denunciar que este proyecto se ha estado preparando con clandestinidad y de espaldas a la judicatura, a las asociaciones judiciales y al CGPJ, sin la transparencia propia de un debate tan necesario como el de la adecuada configuración del máximo órgano de gobierno del poder judicial. Somos conscientes de que el CGPJ necesita de mejoras estructurales, a la vista de los numerosos problemas que se han manifestado en su actuación durante las distintas etapas. Pero no resulta admisible que el ministro, con el pretexto de afrontar dichas reformas, lo que en realidad esté llevando a cabo sea una tentativa de alteración de las funciones esenciales de este órgano constitucional.

A pesar de las críticas legítimas al funcionamiento del CGPJ a lo largo de su existencia, nunca se había cuestionado la necesidad de un órgano de gobierno del poder judicial con unas atribuciones amplias y capacidad de ejercer con eficacia las elevadas funciones constitucionales que le están asignadas. Sin embargo, la propuesta supone una ruptura con ese consenso esencial e intenta reducir el CGPJ a su mínima expresión, lo cual supondrá en la práctica una subordinación en muchos aspectos del poder judicial al poder ejecutivo.

En definitiva, se trata de una iniciativa que debilita el Poder Judicial, el que sirve de contrapeso a los otros dos poderes del Estado, mediante una pretendida reestructuración de su órgano de gobierno, para convertirlo en un organismo testimonial que se dedique fundamentalmente a repartir premios y castigos a los Jueces, limitando la fundamental competencia de garantizar la independencia judicial.

Desde Jueces para la Democracia expresamos nuestra más enérgica oposición y hacemos un llamamiento a toda la judicatura y al resto de asociaciones judiciales para encontrar fórmulas que hagan visible nuestro desacuerdo.

10 de julio de 2012

El Secretariado