Desde JJpD en Cataluña queremos expresar nuestra preocupación frente a la proliferación de actos que van más allá del propio derecho a protesta y que suponen una limitación de la libertad de expresión de los demás.

En otras ocasiones han sido miembros de corporaciones locales que no han podido celebrar un pleno, parlamentos que se han visto perturbados en el ejercicio normal de su función, políticos que se han visto privados de impartir conferencias en universidades. En esta ocasión, ha sido un grupo de personas las que han decidido que su derecho a protestar contra alguna manifestación emitida por el juez y escritor José María Asencio Gallego les daba la facultad de privar al mismo de la presentación de su obra en su querido barrio del Raval, al que dedica esta primera novela.

La libre creación artística es una manifestación más de la libertad de expresión (art. 20.1a de la CE), porque los libros son cultura y sus creadores artistas. Es por esto que cuando un artista, cualquiera, no puede presentar ni debatir sobre su propia obra; nuestra cultura es un poco más pobre y nuestra democracia también.

La libertad de expresión no es únicamente una libertad pública, sino que es uno de los pilares sobre el que se sostiene un Estado democrático. Así ha sentenciado el Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (Sentencia de 16/07/2009 Caso Feret) que la calidad de un estado democrático se mide por el nivel de tolerancia hacia expresiones y manifestaciones, verbales, escritas, ideológicas o artísticas; que pueden resultar incómodas o molestas. Y no hay nada más intolerante que la censura previa.

A 22 de marzo del 2022