Una vez más es necesario poner de relieve las pésimas condiciones en las que se encuentran quienes sin haber cometido delito alguno se encuentran internos en los CENTROS DE INTERNAMIENTOS DE EXTRANJEROS de España. En esta ocasión es nuestro compañero ARCADIO DÍAZ TEJERA, Magistrado-Juez del Juzgado de Instrucción Nº 8, de Las Palmas de Gran Canaria quien, a partir de las visitas de supervisión del Centro de Internamiento de Emigrantes en Barranco Seco, de forma pormenorizada acuerda poner en conocimiento de la Delegación del Gobierno, del Ministerio Fiscal y de los responsables de la Policía Nacional, las deficiencias observadas y requerir a las Autoridades Administrativas responsables del CIE para que, procedan, de manera URGENTE a establecer los medios para subsanarlas.

El Magistrado hace expresa mención a las insuficiencias detectadas y no subsanadas en materia de seguridad, formación, asesoramiento legal, salud e higiene… de forma descriptiva “no solo porque se mantiene la misma estructura carcelaria interna, sino que los colores, los olores y los ruidos siguen siendo los mismos que los de una cárcel, pero no una de las cárceles remodeladas de la democracia parlamentaria, sino que mantiene la estética, los olores y los ruidos de las cárceles de la dictadura”.

La subsanación de las deficiencias por él observadas son indispensables para un trato digno a los usuarios del Centro “sin que la buena voluntad y la amabilidad de los agentes de la autoridad que prestan servicio en el CIE sea suficiente para alcanzar las cotas de dignidad en el trato que corresponden al desarrollo económico y social y a la tradicional hospitalidad del pueblo canario. Máxime cuando nada de lo requerido es nuevo ni original, ya que así se dispuso en el Auto de 13 de julio de 2018, y en otros, sin que el fenómeno de las migraciones resulte novedoso, ni imposible de imaginar por estas tierras, dependiendo de las mareas, la época del año y como se va desarrollando el trafico de seres humanos por otras latitudes, como saben todos los que trabajan en esta área de sufrimiento humano, y, en consecuencia, como lo saben, no improvisan, sino que planifican y organizan con antelación para que no se produzca lo que de nuevo estamos viviendo, toda vez que ya lo sabían y tenían experiencia”.

Desde JJpD nos unimos a la reivindicación de la necesaria observancia de las leyes nacionales e Internacionales en la materia y en particular velamos por el respeto a la dignidad de las personas, la erradicación del trato degradante, no solo directo sino indirecto de quienes se hallan en situación de vulnerabilidad.

EL SECRETARIADO