Hoy asistimos a una jornada histórica en nuestro país. Se ha puesto fin a una anomalía democrática, sin parangón en otros países europeos, sobre la existencia de un mausoleo donde se exalte a un dictador y a la ideología fascista.
Con la exhumación de los restos de Franco, tras cuarenta y cuatro años de su muerte, se hace justicia y reparación a las víctimas de la guerra civil y de la posterior represión durante la dictadura, así como a toda la sociedad española.
Un paso decisivo y necesario para la normalización de nuestra democracia pero insuficiente porque no debemos olvidar que para una íntegra reparación aun restan por identificar y exhumar los restos de miles de víctimas del franquismo invisibilizadas y que a fecha de hoy siguen desaparecidas.
EL SECRETARIADO