JpD muestra su rechazo a:
- El desarrollo de las políticas neoliberales del Gobierno profundizando la precariedad laboral, el desempleo, el recorte de salarios de los empleados públicos y demás aspectos del incipiente Estado del Bienestar.
- El sometimiento del Gobierno a los dictados de los mercados financieros, únicos responsables de la crisis, recapitalizando con fondos públicos de los desfalcos provocados por ellos mismos y causantes de la situación actual.
- La decisión de hacer recaer las consecuencias de la crisis financiera sobre los sectores más vulnerables de la sociedad, hurtándoles derechos sociales reconocidos legalmente a pensionistas, personas dependientes y desempleados.
- La apuesta por la desregulación, reduciendo el Estado a desempeñar un papel residual, abandonando las políticas sociales que constituían su objetivo declarado hasta la aprobación de estas medidas restrictivas del bienestar social.
Frente a ello JpD apuesta por:
El fortalecimiento del sector público, del sistema de Seguridad Social, el desarrollo de políticas sociales, la regulación laboral para luchar contra la precariedad, y el control del sistema financiero, desde la perspectiva constitucional de condicionar toda la actividad económica del país al interés común de los ciudadanos.