Virginia García Alarcón
El artículo 14 de nuestra Constitución establece que los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de sexo.
A pesar de ello, el artículo 44 de nuestro Código Civil establece que “El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio conforme a las disposiciones de este Código”, no regulando para parejas del mismo sexo uniones del mismo tenor que comporten iguales derechos y obligaciones para los componentes de las mismas, en aras a una vida común, produciéndose así una discriminación claramente debida al sexo de los componentes de las parejas, permitiendo la unión cuando son hombre y mujer y no cuando ambos son varones o mujeres, y esta discriminación es sin duda contraria a la Constitución.
Ese impedimento para las parejas homosexuales tiene como una de sus manifestaciones la imposibilidad por parte del superviviente de la pareja de acceder a las prestaciones de la Seguridad social establecidas en los artículos 157 y siguientes de la Ley General de la Seguridad Social para el cónyuge supérsite, a pesar de que la situación en que se queda el superviviente de la peraza de homosexuales tras una vida en común, es idéntica a la del viudo o la viuda e impide además constante la unión, acceder a todos los beneficios que para el cónyuge del trabajador establece la Ley General de la Seguridad Social, así como puede impedir en ocasiones acceder al subsidio de desempleo, al no tenerse en cuenta la convivencia del desempleado con su pareja.
Lo mismo cabe decir en materia de sucesiones, etc., etc.
Esta discriminación que carece de toda lógica tiene su origen indudablemente en el miedo de los poderes públicos a las voces ultraconservadoras de los sectores de la Iglesia, prensa conservadora y derecha tradicional, y en el tratamiento que secularmente se ha dado a los homosexuales, al margen de toda realidad científica y del respeto a la propia mismiedad de cada persona, pero ciertamente ha de abogarse por un cambio de la normativa que cese la discriminación y corrija la situación de privación y desprotección en que se encuentra este colectivo, sin duda numeroso e importante en nuestra sociedad.