Recientemente hemos asistido a la publicación en prensa de informaciones dirigidas a comprometer la trayectoria de compañeros que tienen como punto en común el estar o haber estado al frente de investigaciones sobre importantes casos de corrupción.

Así, tanto en Canarias en relación con la instrucción del llamado “Caso Eólico”, como recientemente en Cataluña con el “Caso Palau” algunos medios han difundido informaciones que nada tienen que ver con la labor desempeñada por los magistrados encargados de estos casos y que se dirige, única y exclusivamente, a cuestionar la figura del juez atacando directamente  su honestidad e integridad en el trabajo mediante lo que no se puede definir sino como una burda manipulación de los hechos.

Con tal comportamiento, que intenta desactivar al juez cuyas decisiones puedan resultar incómodas a determinadas esferas de poder o contrarias a sus intereses electorales, se ataca directamente a uno de los pilares básicos de nuestro Estado de Derecho, como es la independencia judicial que, sin embargo, parece no merecer ningún respeto para quienes, obviando la realidad de los hechos y tergiversándolos a su antojo, convierten en noticia la historia que mejor les convenga.

No cabe olvidar que la intención última de quienes han obrado de este modo es contaminar la instrucción de casos de corrupción en los que se ha puesto de manifiesto la degradación de determinadas estructuras de poder, que han quedado expuestas ante tal evidencia, o bien la utilización política de sus resultados, sin importar cuales son los hechos acreditados, con fines que nada tienen que ver con la realización de Justicia.

Por ello, desde Jueces para la Democracia, queremos mostrar nuestro apoyo expreso a todos los compañeros encargados de este tipo de investigaciones y nuestro más absoluto rechazo y condena ante la manipulación informativa de la que están siendo víctimas, impropia por otro lado, de un país cimentado en valores democráticos y en el que la difusión de información veraz constituye un elemento fundamental del desarrollo de nuestra sociedad.

Nos reafirmamos, asimismo, en el compromiso adquirido por los jueces de este país de seguir trabajando al servicio de los ciudadanos, tomando como únicas guías de actuación el principio de legalidad y el cumplimiento de los fines que nos han encomendado, sin responder jamás a presiones de ningún tipo y siendo plenamente conscientes de la importancia y trascendencia que tiene ejercer correctamente nuestra función.

JUECES PARA LA DEMOCRACIA

26 de noviembre de 2012